Si algo vamos aprendiendo es que hay muchas literaturas dentro de las áfricas. La editora de este libro y profesora en la Universidad de Cádiz, Inmaculada Díaz Narbona, que lleva metida en esto desde el 82 (y «esto» es el estudio, la enseñanza y la difusión de la literatura africana) lo sabe de sobra. Las literaturas hispanoafricanas, aún tan desconocidas, son una de ellas.
A través de este libro se asume la tarea de dar a conocer un nuevo panorama e indagar, a través de 15 artículos de otros tantos especialistas, sobre aquellos autores, originarios o procedentes del continente africano que, por diversos motivos o por elección, han preferido escribir en castellano, catalán o gallego. No se llega a nombrar a ninguno que haya optado por el euskera y yo misma, a pesar de andar investigando, no he encontrado «de momento» ningún nombre. Además, el libro amplía su visión al profundizar en la recepción de los libros que, escritos en otras lenguas, se han traducido aquí.

Uno de los pilares, que no el único, sobre el que gira gran parte de los textos del volumen tiene como protagonista a la literatura Guineo-ecuatoriana. Recuerda el escritor Donato Ndongo cómo se le acusó de inventar una literatura nacional inexistente cuando publicó en 1984 la primera Antología de la literatura guineana y cómo ahora mirando hacia atrás sabe que acertó. Con aquella obra inició su trayectoria literaria que se cimenta en la denuncia y el compromiso. Señas de identidad de un escritor humano, demasiado humano, y que se desparraman por sus novelas Las tinieblas de tu memoria negra (1987), Los poderes de la tempestad y El metro (2007) analizadas por Natalia Álvarez que nos hablan del pasado y presente del continente, «Tal como expresa Ndongo-Bidyogo en alguna de sus composiciones poéticas, el escritor llora su tierra y describe la triste historia de su mundo. De ahí que en el conjunto de su obra nos transmita su conciencia ética, su pretensión de hacer conocida la realidad africana y guineana» (pág. 41)
Junto al análisis de la obra de Ndongo, el libro contiene también el de las obras de César Mba Abogo, considerado «como la gran esperanza de la nueva literatura guineana» tras publicar El porteador de Marlow, de la mano de Lola Bermúdez.
Otro trabajo es el dedicado a las cartografías sexuales de las obras de Guillermina Mekuy y Agnés Agboton, que suscribe Asunción Aragón Varo, desde la visión más occidentalizada de la primera, hasta los cuentos recopilados de Zemi Kede de la segunda que «ofrecen nuevas maneras de repensar qué es lo erótico desde una mirada distinta, profunda y «extraña» (pág.63).
Precisamente sobre Guillermina Mekuy, una escritora cuya novela El llanto de la perra tuvo un recibimiento rodeado de polémica, escribe también Victorien Lavou Zoungbo. Él mismo hace mención a la reseña que escribió en su día Marta Sofía López, quien en una entrevista con Mischa G. Hendel (2008) opinaba de esta manera sobre la obra «podría ser de Guinea Ecuatorial y podría ser de Kuala Lumpur. No hay ningún tipo de referente al contexto histórico o político de Guinea Ecuatorial«. En este sentido explicaba que «si pretendes venderte como escritora de Guinea Ecuatorial, y cuando menos en El llanto de la perra en la contraportada se hace ese referente, luego no puedes sustraerte a este peso de la historia. No puedes escribir sobre un país más o menos utópico en el que el único gran problema es que las niñas de clase bien no pueden conseguir telas bonitas para su vestido de la primera comunión». Victorien Lavou, en contraposición, quiere resaltar la disputa del referente Guinea Ecuatorial (en el caso de la novela de Mekuy)/África: «conste que lo que está en juego es la idea del África construida por unos sujetos colectivos desde distintos lugares de enunciación y desde historicidades y compromisos contradictorios» (pág.231)
Mención aparte merece el texto que firma Justo Bolekia Boleká, quien nos invita a hablar de poesía realizando un repaso extraordinario desde los poetas «anónimos» de la tradición oral hasta los más contemporáneos (entre los que señala a Juan Tomás Ávila Laurel y a Recadero Silebo Boturu) quienes «carecen de unas mínima promoción a nivel político-cultural (reconocimiento del escritor), socioeconómico (empoderamiento del escritor y poeta) etc… (pág.100).
Para conocer la literatura que se escribe en castellano desde Marruecos recomiendo asomarse al blog del escritor Sergio Barce, en quien Enrique Lomas López rastrea la «búsqueda identitaria en la escritura de uno de los autores más paradigmáticos de esta literatura intersticial que se sitúa entre el norte de África y el sur de Europa» (pág.271).
«Marruecos: poesía y narrativa social e independentista escrita en castellano», es el texto que firma el escritor Cristián H. Ricci (autor de ¡Hay moros en la costa! Literatura marroquí fronteriza en castellano y catalán, Editorial Iberoamericana, 2014) que le lleva en su recorrido por los escritores marroquíes en castellano desde Sabbag hasta Azzuz, afirmando «que, salvo contadas excepciones, la literatura marroquí en castellano ha progresado cuantitativa y cualitativamente, con un contenido temático genuinamente marroquí que no difiere en nada del resto de la literatura nacional contemporánea» (pág. 143).
Continuando por el norte africano, de los escritores magrebíes que han abrazado la escritura en catalán nos informa Josefina Bueno. Inmigrantes de segunda generación como Laila Karrouch, Najat El Hachmi o Said El Kadaoui que «son ejemplos de cómo la literatura está contribuyendo a redefinir las identidades en un contexto marcado por el transnacionalismo, donde los refugiados, los exiliados y los migrantes están transformando los paradigmas de las literaturas nacionales» (pág.129).
Otra de las literaturas de las que se habla en el volumen es la que viene del Sáhara, de la que se encarga Conchi Moya. La Generación de la Amistad surgió desde los campamentos de refugiados, como «la primera generación de escritores del Sáhara Occidental que tomó la decisión de constituirse oficialmente como grupo literario (pág.312) y «que ha conseguido publicar libros con cierta regularidad». Sus obras hablan en castellano sobre el olvido, el expolio, la ocupación, el exilio y el abandono.
Pero, como he adelantado al principio, el libro contiene además otros cuatro textos que tratan otros cuatro temas interesantes. Tanto la literatura africana anglófona (sobre la que escribe Maya G. Vinuesa) como la literatura africana francófonoa (Claudine Lécrivain) y su posterior traducción al castellano y recepción, por el público y por el mundo editorial, son sometidas a estudio. Lo mismo hace Blanca Román con la literatura hispanoafricana y con la que deriva de los mundos de la traducción escrita por mujeres africanas, con la que guardo idéntica esperanza de verlas en el lugar que se merecen.

Por último, Inmaculada Díaz Narbona nos ofrece una monografía para la reflexión (no en vano lo cierra con una interrogante que deja en el aire) al enfrentarnos a la literatura testimonial africana que utiliza alguna de estas lenguas como vehículo. Un corpus de obras que tienen como principal característica el querer contar la historia, sus historias. Desde Calella sen Saída escrita en gallego por el camerunés Víctor Omgbá hasta Más allá del mar de arena de Agnes Agbotón, nos encontramos frente a una literatura que no es ficción. La dureza de la decisión, el tremendo viaje y «el descubrimiento de la realidad de Eldorado ansiado, es probablemente la culminación de la crueldad del viaje» (pág.159), y después la invisibilidad y la soledad. Es aquí cuando quiero enlazar con el ensayo de Mar García sobre ese «camerunés hispanófono, un «accidente de la migración», como se le ha denominado a Inongo-vi-Makomé, quien invierte en su obra la escala de valores dominante,»los privilegiados no son los inmigrantes que han conseguido atravesar las fronteras y mezclarse, sino los que reúnen la energía y los medios suficientes para regresar a África» (pág.194)
Literaturas hispanoafricanas: realidades y contextos es un libro sobre literatura que se puede leer de un tirón o poco a poco, a ratos, según el momento. A algunos, a priori, os puede parecer árido, pero no lo es en absoluto, es lo que he intentado deciros. Los textos seleccionados inciden en múltiples cuestiones que pueden alargar vuestros debates interiores (y si os animáis a comentar, también los exteriores) agrandando vuestra perspectiva sobre la literatura. Díaz Narbona continúa en su labor visibilizadora, aumentando la lupa con la que miramos a veces desde algunas esquinas demasiado estrechas y ensanchando el universo de la literatura que proviene de las áfricas con aquellos que han optado por el castellano, el catalán o el gallego (euskaraz ¿oraindik ez?) para expresarse por escrito.
No podemos sino agradecerle que nos siga enriqueciendo.
Ficha:
- Título original: Literaturas hispanoafricanas: realidades y contextos (2015)
- Autores: Inmaculada Díaz Narbona (ed), Donato Ndongo-Bidyogo, Natalia Álvarez Méndez, Asunción Aragón Varo, Lola Bermúdez Medina, Justo Bolekia Boleká, Josefina Bueno Alonso, Inmaculada Díaz Narbona, Mar García, María G. Vinuesa, Victorien Lavou Zoungbo, Claudine Lecrivain, Enrique Lomas Lopez, Conchi Moya, Crstián H. Ricci, Blanca Román.
- Idioma: Original: Castellano
- Editorial: Verbum (2015)
- Nº páginas: 375
Felicidades, Inma!
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Gracias! ha sido una apuesta de grupo, así que lo transmitiré
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