Es curioso que hace apenas un par de semanas escribiera en el blog sobre dos novelas cuyas historias casi rivalizan con el relato de ficción que encierran entre sus tapas, y comenzara el año leyendo otra que se podría haber incluido también en aquel artículo. Chinua Achebe escribió Un hombre del pueblo cuando todavía Nigeria no había sufrido ninguno de los múltiples golpes de estado que después padecería, pero describió, como en un anticipo, uno en su novela.
Marta Sofía López, autora del excelente prólogo, nos recuerda cómo «al día siguiente de su publicación, el 15 de enero de 1966, el general Nzeogwu proclamó el triunfo del primer golpe de Estado militar de los muchos que habrían de sucederse en las siguientes décadas en Nigeria. Achebe se vio sorprendido por acusaciones de haber estado al tanto del asunto, o incluso de haber participado en su gestación, imputaciones que demostraron ser falsas.» Ante esto, muchos críticos tildaron a la novela de «profética» pero para el crítico Bern Lindfors la novela reflejaba un sentimiento generalizado entre la población nigeriana: el ejercito era visto como un eventual restaurador del orden y «numerosas voces clamaban por una intervención militar».

Un hombre del pueblo pertenece a la llamada «literatura del desencanto«. El tiempo del colonialismo ya pasó y ese final, que se anhelaba lleno de ilusiones, se fue desinflando sin remedio. El escritor había mostrado su disgusto con una Nigeria donde los líderes que había luchado por la independencia se habían convertido en traidores después de alcanzar el poder, y habían sacrificado su país a cambio de comodidades y lujos. Es en ese punto en el que se colocó Achebe para narrarnos esta historia llena de humor e ironía y situada en un lugar indeterminado de África, en donde un joven maestro, Odili, es invitado por quien había sido su profesor, el jefe Nanga, un hombre del pueblo convertido en el todopoderoso y corrupto ministro de Cultura.
Para Ngugi wa Thiong´o, otro de los comentaristas tempranos de la novela, esta no puede dejar de dirigir nuestra atención hacia el cinismo y la indolencia que se han instalado en las sociedades poscoloniales a solo unos años de las independencias: «Todo el mundo está atrapado en su complicidad con el mal: las masas, con su cinismo […] y su indiferencia encallecida; y la élite, incluso la gente como Odili, demuestra estar peligrosamente cerca del jefe Nanga, con su avaricia, su falta de creatividad y su lamentable dependencia de sus anteriores gobernantes coloniales» (Del prólogo de Marta Sofía López).
«Todo para el pueblo y por el pueblo, pero sin el pueblo» parece ser la máxima que mueve al jefe Nanga, quien se ha convertido en rico a través del soborno, la corrupción y la intimidación. Aparente defensor de las tradiciones y creencias de la cultura africana precolonial, se opone a los intelectuales poscoloniales de carácter europeo. Sin cultura, pero aplaudido por la gente a pesar de demostrar su ignorancia, es el más veraz ejemplo de los regímenes que se instauraron en muchos lugares del continente africano tras las independencias.
Frente a él, se perfila un Odili que pertenece a una nueva generación crítica con lo que ve y partidaria de un cambio. Sin embargo, el personaje de Odili también tiene sus sombras. Al principio se deja obnubilar por la riqueza y el lujo en el que vive su antiguo profesor, sin cuestionarlo, y su «despertar», su reacción contra el jefe Nanga no será motivado por el abuso, la amoralidad y la falta de cultura que descubre en su antiguo profesor. Odili decidirá plantar cara al ministro porque verá herido su orgullo propio, debido a que el jefe Nanga se acostará con su novia delante de sus narices.
Las mujeres aparecen en esta novela como el necesario objeto a través de las cuales demostrar si se tiene más o menos poder. Tanto Elsie (la novia de Odili), como Edna (la segunda futura esposa del jefe Nanga) o la propia mujer del ministro muestran distintas caras de una misma mujer ninguneada, sumisa, doblegada y relegada a ser poco más que «una mujer florero» en el mejor de los casos. Si el desprecio que siente el jefe Nanga hacia las mujeres es manifiesto, tampoco Odili tiene en gran consideración ni a Elsie, a quien tras el incidente llamará «vulgar furcia» ni a Edna, al menos al principio, a la que considera un trofeo en su propia batalla personal con Nanga.
Las razones que llevan a Odili, en un primer momento, a querer presentarse como un candidato opositor al jefe Nanga, surgen de un impacto emocional; son estrictamente personales y no surgen del deseo de instaurar un auténtico nuevo orden, alterar las premisas en las que se mueve el gobierno corrupto o hacer un poco de justicia, aunque al final será lo que perseguirá. Creará un nuevo partido y se enfrentará, constatando lo podrido que está todo y sufriendo en su propia carne las consecuencias de dicha oposición.
Dicen que esta es una de las novelas más cómicas de Achebe, pero también la más oscura del autor. Nadine Gordimer, la escritora sudafricana y premio Nobel, elogió a Achebe llamándolo “un novelista que te hace reír y luego recobrar el aliento con horror, un escritor que no tiene ilusiones pero no está desilusionado”. No sé si lo dijo tras leer Un hombre del pueblo.
De la noche a la mañana, todo el mundo comenzó a rasgarse las vestiduras ante los excesos del régimen anterior, ante la opresión, la corrupción y los chanchullos del gobierno: los periódicos, la radio, los intelectuales y los funcionarios que hasta entonces habían permancecido callados… todo el mundo tenía algo que decir sobre aquella gentuza; y al día siguiente aquellos se había convertido en opinión pública. Y era precisamente la misma gente del pueblo que hasta hacía poco les había adulado con miles de palabras elogiosas (Pág. 196)
Ficha:
- Título original: A man of the people (1966)
- Idioma: Original: Inglés
- Traducción al castellano: Random House Mondadori, S.A. (2010) DeBols¡llo
- Traductores: Maya García de Vinuesa y Terri Ochiagha
- Prólogo: Marta Sofía López Rodríguez
- Nº páginas: 196
- Otras traducciones:
- “Un home do pobo”-Chinua Acebe. Editorial Hugin e Munin, 2013 [Galego]
- Otros formatos:
- Formato: EPUB – DRM
- Review in English: Mary Okeke
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Lo he leido. muy bueno. pondré tu link a mi «review».
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Lo sé. ¿Has visto que te he linkado tu comentario también?.
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