
Dentro de la colección de ensayos que os traigo hoy, se alude a los ensayos auténticos como aquellos que perturban la tranquilidad de nuestras evidencias. Hablo todas las lenguas pero en árabe es una obra del escritor marroquí Abdelfattah Kilito. Y con el título parafrasea a Kafka: «hablo todas las lenguas, pero en yiddish».
El autor se confiesa escritor ambidextro: “escribe en árabe (la lengua del deber, lengua histórica, le gusta decir) y en francés (la lengua del placer, lengua geográfica, aclara), pero -curiosamente- declina traducirse él mismo de una a otra lengua. ¿La razón?: un cierto horror a la relectura”.
La obra se ha considerado un libro de viajes. En mi opinión es también un compendio original, erudito, y cuando menos diferente que observa las cuestiones lingüísticas desde observatorios que no son los trillados y acostumbrados. Para el lector, un campo donde encontrará múltiples motivos para la reflexión y para el conocimiento. Para el aficionado a la literatura marroquí (y árabe, en general), un motivo para aumentar más caminos hacia ella. Pero también un texto donde resuenan los ecos de la llamada a la comunicación entre las lenguas.
A lo largo de estos artículos, conferencias o notas, Kilito nos emplaza a cuestionarnos sobre el monolingüismo, las traducciones, girando en torno al uso y extensión del árabe clásico, dialectal y al francés. Como persona nacida en Rabat, el escritor estudió el árabe clásico y el francés, como lenguas asociadas al libro. Pero a la hora de hablar, usa el árabe dialectal. Todo ello le genera múltiples preguntas, algunas de las cuales quiero resaltar.

¿Existe una literatura marroquí?
A esta pregunta Kilito intenta responder iniciando su contestación de manera dubitativa. Rememora su infancia durante la que pensó, como el resto de sus compatriotas, que la literatura era algo que hacían los extranjeros, pero no los marroquíes.
Pero es cierto que existe y no por casualidad parece que las primeras novelas marroquíes (a partir de 1954) evoquen la infancia. Es, en su opinión, una novedad significativa ya que en los textos árabes antiguos el niño no suele estar presente. “Lo que implícitamente significa una manera de señalar, de atestiguar la emergencia de una literatura”, concluye.
¿Cuál es la traducción definitiva?
El texto sobrevive porque es traducible e intraducible a un tiempo, tal y como señala Abdessalam Benabdelali. Kilito añade que «una traducción definitiva (…) sería el síntoma de un desinterés hacia ese texto, señal equívoca de su eclipse». Lo que nos transmite es que él ha aprendido de todas las versiones, digamos «imperfectas», que de todas las «versiones infieles» ha sacado provecho. Y más allá indaga en cuestiones como la identidad/alteridad, origen/copia y unidad/pluralidad.
¿Cuál es la visión de los vencidos?
La literatura colonial de la segunda mitad del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX, analiza el autor, es una narrativa que se sitúa en un diálogo francés-francés, en la que destaca la ausencia por saber lo que piensa el autóctono sobre cómo lo han descrito, «no es un tú, sino un él, una tercera persona, la persona del ausente (al-gha`ib)». Sin duda, transmiten una imagen errónea tanto de Marruecos como de los marroquíes. Pero ¿cómo sería la visión que tenían entonces los marroquíes de Francia?.
Hablo todas las lenguas pero en árabe (Je parle toutes les lenguas mais en arabe, 2013). Abdelfattah Kilito. Editorial El Desvelo, 2018
¡Qué interesante es Kilito!
Alberto Mrteh (El zoco del escriba)
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