En 2015 el movimiento estudiantil sudafricano resurgió con fuerza. Tras la consigna #Rhodesmustfall, se aglutinaba la campaña para retirar una estatua de Cecil John Rhodes situada en la explanada de la prestigiosa Universidad de Ciudad del Cabo. Uniéndose a la protesta, una joven poetisa, Koleka Putuma, dedicaba a dicha campaña su poema Dear Allen. Este, que comenzaba como la famosa frase con la que inicia su Aullido el poeta norteamericano Allen Ginsberg, era muy crítico con la cuestión racial y lo compartió ante un público mayoritariamente blanco en Stellenbosch, lugar que se dice es el corazón de la cultura afrikáner.
I saw the best minds of my generation
Tearing pages out of Paradise Lost
To wipe their asses when they ran out of kak papier
Rolling spliffs from the book of revelations.
Sticky taping colonial statues with black bags.
Koleka Putuma intuía que sus palabras no iban a ser bien recibidas. Pero también que era necesario hacerlo. Estuvo dudando, según confiesa para una entrevista, entre acudir o no hacerlo. Otra escritora, Panashe Chigumadzi había declinado la invitación. La cuestión de la raza sigue siendo espinosa en la Sudáfrica post-apartheid. Sin embargo, allí estaba ella, que no había experimentado en su piel la injusticia del régimen de segregación racial, para intentar entablar un diálogo que se había mantenido solo a medias.
La sesión se grabó para el canal TED pero se eliminó uno de los poemas (el titulado Water) lo cual supuso una censura hacia su obra y daba la medida de hasta qué punto se puede expresar con libertad en tierras sudafricanas.
Esa osadía que ya había mostrado en sus primeras obras de teatro (Uhm, por ejemplo) la siguió teniendo cuando se decidió a publicar un libro de poesía en Sudáfrica, lo que según opinión mayoritaria era “una locura”.
Collective amnesia es su primera obra de poesía y ha supuesto un auténtico bombazo literario en su país. Publicado por la pequeña editorial Uhlanga, se ha convertido en un bestseller y la ha llevado de gira por varias ciudades sudafricanas. Además, se está leyendo tanto en la Universidad de Ciudad del Cabo como en la de Stellenbosch.
Sus poemas, tienen un componente fuertemente político y de denuncia: a menudo giran sobre la realidad de las mujeres negras y la homosexualidad en Sudáfrica («un poemario queer, brillante y poderoso«, en palabras de su traductora al castellano Arrate Hidalgo). Como si fueran cuadernos, sus versos se cierran sobre los núcleos más íntimos, aquellos que rodean a familiares y amigos. Sin dejar de lado la denuncia por la cuestión racial, profundiza en el seno de los más cercanos. Habla de hombres que luchan por revoluciones que acaban allí donde se batalla únicamente estas cuestiones, sin tomar en consideración a las mujeres con las que comparten sus vidas. Pero también son historias de amor y alegría.
Quizás una de las cosas que más han llamado la atención ha sido la manera en la que la joven escritora ha publicitado Collective amnesia. Primero fueron unas series de fotografías muy potentes (tal y como se puede comprobar ya desde la misma portada) realizadas por Andiswa Mkosi. Después, y acompañando a varias presentaciones, al estilo «spoken word», los vídeos que comparten con su poderosa voz y sus interpretaciones los poemas sobre memoria y amnesia, muerte y alegría del libro.
Pingback: En Sudáfrica triunfa la poesía experimental de Koleka Putuma | semper aliquid novi africam adferre