Escribiendo y algo más Wainana, Binyavanga

Binyavanga Wainaina, una vuelta muy esperada

A veces los escritores tienen tanta presencia mediática, en redes sociales, revistas on line…, que perdemos de vista la primera y verdadera dimensión de ellos, aquella que nos fascinó: su escritura. Wainaina es, a mi entender, uno de esos casos. Al menos es lo que me ha ocurrido a mi al darme cuenta de que él sigue tan presente en mi vida que he dejado de esperar que su promesa de publicar un nuevo libro se cumpla, al ir amontonando información sobre su turbulenta existencia, sin percibir que su única obra publicada hasta el momento Algún día escribiré sobre África (Sexto Piso editorial, 2013) la escribió… en 2011.

La trayectoria de este escritor nacido en Nakuru (Kenia) en 1971 no es de las que pasa desapercibida. De madre peluquera ugandesa y padre ejecutivo keniano, estudió en Sudáfrica mientras la verdadera pasión de su vida, escribir, seguía creciendo en él sin parar. Kenneth Binyavanga Wainaina sorprende ya desde su mismo nombre. Difícil de pronunciar, su familia prefiere el diminutivo de Ken, pero él se decidió por el completo al parecerle exótico y diferente. Su presencia tampoco es de las que pasa desapercibida. Su pelo se colorea en rojo y azul o en verde y sus gestos son exagerados, histriónicos, mientras observa con mirada penetrante y aguda, a veces elegantemente vestido con un tutú. Binyavanga Wainaina es un ser mediático, puede que exagerado, pero ante todo es un hombre que nació para escribir.

Iniciando el camino

En 2002 ganó el “Premio Caine para las letras africanas” con su relato Discovering Home, un premio que, después en 2014, criticó a través de una serie de tuits. Twitter ha sido, en ocasiones, el medio a través del cual ha hecho públicas muchas de sus opiniones, ya que el escritor ha usado con soltura, desde sus comienzos como escritor, las redes sociales. De hecho, una de las partes de su vida más conocidas es su amistad con Chimamanda Adichie, la creadora de la novela Medio sol amarilloSe conocieron en 2001 a través de internet, en un sitio web que les permitía compartir su pasión por la escritura. Dieciséis años después la amistad continúa, ambos leen lo que escribe el otro y opinan sobre ello, a pesar de ser tan diferentes a la hora de escribir.

Wainaina, ha escrito para The New York Times, The Guardian y para The National Geographic y es el director del “Chinua Achebe Center for African Writers and Artists at Bard College” de New York. Tras recibir el «Premio Caine» decidió fundar en 2003 una revista que sirviera de plataforma para los jóvenes escritores africanos, así nació Kwanique significa “Y ahora qué”. En su página web explican sus intenciones… «¿por qué solo se conoce a Ngugi wa Thiong´o o a Meja Mwangi? hay muchos jóvenes talentos que escriben y que quieren darse a conocer». Aspiran a ser un lugar de encuentro, difusión y promoción de las letras africanas. The Kwani? Manuscript Project es un premio para celebrar la novela africana y su capacidad de adaptación y resistencia, un nuevo premio literario para la escritura africana e invitan a la presentación de manuscritos inéditos de ficción de escritores de todo el continente africano y de la diáspora.

En 2005 presentó un texto breve, un ensayo, enfadado por un artículo que la revista Granta había publicado. En Cómo escribir sobre África  mostró una escritura irónica y contradictoria, que desmontaba tópicos y clichés que aún hoy se ciernen sobre el continente cuando se escribe sobre él.

Su actividad e inquietud le hizo ser merecedor del «Joven Líder Global» que concede anualmente el «Foro Económico Mundial». Sin embargo, Wainaina rehusó el reconocimiento por considerar que sería un acto en extremo fraudulento aceptar por su parte, la idea trillada de que a partir de ahí su figura “incidiría significativamente en los acontecimientos mundiales”.

Después, otros relatos cortos anticiparon la publicación de su única obra hasta el momento. Unas memorias en las que el escritor daba un repaso a la Kenia en la que había nacido tanto a nivel político, como cultural y social. Un libro emblemático que supuso una ruptura en la manera en la que se conocía la narración africana para mostrar un texto brillante, lleno de vocablos inventados y un manejo del lenguaje extraordinario, en el que la música adquiría un papel muy relevante. Y que, además, volvía a mostrar la intención de Wainaina por demoler los clichés que como garrapatas parecen no querer desprenderse de la imagen del continente. Se trataba de One Day I Will Write About This Place y que se tradujo por Algún día escribiré sobre África.

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Por la vía de los ensayos controvertidos

Un año después publica la segunda parte de su satírico ensayo bajo el título: Cómo no escribir sobre África en 2012,  esta vez lo hace en The Guardian y empieza así: “Nairobi es el lugar perfecto para ser un corresponsal internacional. Hay vuelos regulares al genocidio más cercano, y hay césped, pistas de tenis y puedes conseguir un servicio adulador. Tienen panceta y puedes tener un chef estupendo para que trabaje en tu cocina por 300 euros al mes.»*

Su faceta de agitador cultural continúo cuando, a a finales de 2013, presentó un nuevo proyecto, se trataba de “Africa 39” para encontrar los mejores 39 escritores africanos por debajo de los 40 años, arrojando una lista atractiva y diversa que reconocía el trabajo de algunos y mostraba por primera vez el de otros tantos autores desconocidos.

Binyavanga Wainaina. Foto: Editorial Sexto Piso

A principios de 2014 sorprendía al mundo con el anuncio de su homosexualidad, publicando de nuevo otro artículo “Mum, I am homosexual“. Se trataba del capítulo perdido de su libro, aquel que no se atrevió a publicar hasta que su madre falleció y en el que confesaba que sabía que era homosexual desde los cinco años. En el libro él obviaba mencionar su orientación sexual, aunque una relectura del mismo, tras conocer el capítulo perdido, nos hace comprender muchas de las situaciones que vive, su comportamiento y su búsqueda y aceptación tanto personal como en su entorno más cercano y familiar. Además, publicó en YouTube las seis partes de un vídeo que tituló Debemos desatar nuestra imaginación donde hablaba sobre su decisión de dejar el país, la homosexualidad en África, la Iglesia y las leyes contra los homosexuales en el continente. Ese mismo año fue nombrado por la revista Time como una de las “Personas Más Influyentes del Mundo”. 

Mientras, seguía polemizando con unos y con otros sobre diversos temas, hasta que en 2015 sufrió un derrame cerebral que llevó a que se emprendiera una campaña de crowdfunding para pagar los gastos hospitalarios y médicos. Ese mismo año volvía a ser protagonista otra vez por motivos extraliterarios al denunciar en redes que había sido golpeado por un taxista alemán en Berlín. Para ya, en diciembre de 2016, realizar unas impactantes declaraciones al confesar que tenía SIDA.

A nivel literario, lo más reseñable estos años, ha sido su participación en la antología que el colectivo Jalada publicó sobre Ciencia Ficción (y del que la editorial 2709books ha traducido algunos para su volumen Afrofuturo(s), con el relato “Boonoonoonoos little bit Boonoonoonoos”.

Como curiosidad añadir que Wainaina colecciona recetas culinarias y que tiene alrededor de 13.000 tanto de cocina tradicional como moderna africana.

Un huracán devuelve al mejor Wainaina

Pero, por fin, este mismo año ha visto la luz otro ensayo suyo bajo el título “Since Everything Was Suddening into a Hurricane» de nuevo con Granta. En él escribe sobre su experiencia debida al derrame cerebral que sufrió y habla sobre su vuelta a Nairobi, al encuentro de su padre, en esta ocasión acompañado de su pareja. Se trata de un texto en el que las frases se cortan de manera deliberada, desajustando líneas, saltándose las reglas de puntuación y volviendo a jugar con las palabras, mezclando sustantivos y adjetivos. El ensayo ha sido calificado como «experimental» y ha hecho surgir una pequeña polémica entre los que alaban la manera en la que el escritor no sigue las reglas gramaticales y los que opinan lo contrario: que ocasionan un transtorno al lector y que las palabras deben ser claras y seguir un orden.

Lo cierto es que parece que Wainaina ha vuelto con fuerza, prueba de ello será la conferencia que dará en la Universidad de Witwatersrand en Johannesburgo, el próximo 25 de julio, bajo el título «How to write about Everything». Promete.


*Traducción Aurora Alcojor.

6 comments on “Binyavanga Wainaina, una vuelta muy esperada

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  2. Alberto Mrteh

    Muchas gracias por el descubrimiento. Es un placer leerte siempre.
    Alberto Mrteh (El zoco del escriba)

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  3. Hola de nuevo. Gracias por ampliar muchos detalles de la vida de Wainaina que desconocía. Desde que leí su primer libro siempre me ha parecido irónico (paradójico, de hecho) que tradujeran One Day I Will Write About This Place como «Algún día escribiré sobre África». Me pareció una pequeña (aunque posiblemente inconsciente) traición: Wainaina se hizo famoso, como bien explicas, por su crítica en Granta «Cómo escribir sobre África», donde atacaba todos los tópicos al respecto. Su texto empezaba así: «Utiliza siempre la palabra «África» u «oscuridad» o «safari» en tu título…», recomendaba, con sorna, a los amantes de los tópicos. Así, él publica su primer libro, sin mecionar África en el título (en su lugar dice «this place», coherente consigo mismo) pero luego va la editorial y…. ja ja. Por cierto, ¿me lo parece sólo a mí o la traducción al castellano tiene que bastante que desear? No tengo la original en inglés pero muchas frases me chirrían. Podría darte ejemplos: habla de «nota» en un contexto sobre dinero (note: billete, no nota)…o una curiosa descripción de la mujer kamba: «…rasgos que parecen constantemente al borde del precipicio de las travesuras (?). Y «Disco Friends, en lugar de Amigos Disco, no será en sentido figurado (en inglés urbano, amigos con los que tomas drogas juntos)? No lo sé. También es verdad que Wainaina me dejó algo frío, me da la impresión que se esfuerza en escribir «original», «diferente», brusco, forzando la gramática, que llame la atención etc. y al final no sabes muy bien qué te quiere contar, si es que quiere ir a algún sitio. Mi opinión personal, pequeña decepción, todo algo deslavazado. Saludos

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    • Muchas gracias por tu extensa e interesante comentario que abre varios temas de conversación interesantes. El de la traducción es uno de ellos. Tampoco tengo el original en inglés y te diré que sobre traducciones hay mucho para hablar. Creo, personalmente claro, que a Wainaina ir a ningún sitio le tiene sin cuidado, es uno de esos escritores que escribe porque tiene la necesidad imperiosa de hacerlo y lo suelta tal cual. Con esta novela mostró, además, una África anodina incluso, muy alejada de las imágenes estereotipadas que suelen venderse del continente. Esa «cotidaneidad» tan poco frecuentada y que solo un buen escritor es capaz de transmitir sin aburrir, al contrario. Un abrazo… (y sigue comentando, por favor :-))) Sonia.

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  4. Gracias, un abrazo también

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  5. Pingback: Parcial, subjetiva y muy limitada es la lista que compartí | ONG AFRICANDO SOLIDARIDAD CON AFRICA

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