Diome, Fatou Novela

En un lugar del Atlántico-Fatou Diome

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Ahora que ha terminado el Mundial os hablo sobre un libro que describe, entre muchos otros temas, la pasión por el fútbol de un grupo de jóvenes senegaleses. Para estar al tanto de lo que va ocurriendo en la «Copa Europea de fútbol 2000», uno de ellos, Madické desde una isla frente a Dakar, telefonea a su hermana, Salie, que vive en Francia, para que ésta le vaya retransmitiendo los partidos en los que juega su ídolo. En el fondo, la pasión por el fútbol no es hacia el deporte en si mismo, sino a lo que él,  junto con muchos jóvenes,  cree o piensa que puede conllevar: salida de la pobreza, respeto, fama…

Fatou Diome logró, en esta su primera novela, transmitirnos con ternura, ironía e incluso humor, varios mundos; el de un pueblecito de pescadores en Senegal y el de la Francia más inhóspita. Diome, quien afirma: «nada de aquello que concierne a la literatura es ajeno a lo humano. Así que todo lo que tiene que ver con el lugar de origen de alguien es soluble en la propia humanidad», nos muestra la más amarga de las tristezas y el más sincero de los cariños, las tradiciones junto a la modernidad, el individuo frente a lo colectivo, el sueño y la realidad a través de un puñado de personajes de su tierra natal.

Salie vive en un pequeño apartamento en Estrasburgo, sola, después de casarse con un hombre blanco y ser rechazada por la familia de éste en Francia y divorciarse y conocer las penalidades por las que pasan la mayoría de las mujeres emigrantes africanas. En la actualidad escribe y tiene una situación más desahogada, y, sin embargo, no quiere que su hermano, que reclama su ayuda para marcharse a Francia, emigre como ella. Salie, como la propia Diome (el libro tiene muchos paralelismos con su vida), habla desde la experiencia de la emigración, intentando hacer ver a su hermano que no todo es tan «de rosa» como se lo cuentan. Pero, ¿cómo le va a convencer Salie si su hermano tiene ejemplos demoledores a su alrededor como el rico que vuelve, el hombre de Barbés, y se exhibe sin pudor, ocultando la verdad que está detrás de su prosperidad?, ¿cómo le va a convencer Salie si ella misma no quiere regresar?.

Por un lado, lo que Fatou Diome descubre en En un lugar del Atlántico es el drama del emigrante en tanto persona que marcha para llegar a una especie de El Dorado. La creencia de que fuera de África, sobre todo en Europa, la vida que le espera será por fuerza mejor, hace que el que marcha no pueda decir que ha fracasado. En este sentido, la novela de Diome nos habla sobre la imposibilidad del que parte de contarles a los suyos las penurias por las que ha pasado, la situación en la que se encuentra, incluso el mismo hecho de no haber obtenido nada de lo que pensaba obtener: el haber fracasado, en una palabra. Moussa, el joven que partió para convertirse en futbolista y que no logrará su objetivo, mostrando con su historia la de tantos «juguetes rotos» enlodados con la otra cara-trampa de este deporte, será  incapaz de contar la verdad y no soportará la vergüenza de su vuelta teniendo un final trágico. Su historia sirve de ejemplo al maestro del pueblo para que los demás jóvenes reconsideren su intención de partir, azuzada ésta por la ostentación de otros que regresan de Europa con dinero, ocultando la manera en la que lo ha logrado, orientando siempre su narración hacia el éxito y el dinero y olvidandóse de contar la otra cara de su exilio

Por otro lado, Salie, rota en varias identidades, vaga en un mundo cuyos únicos anclajes verdaderos son los afectos: su abuela, su hermano.  Y al tiempo su vida se desenvuelve en un lugar que aún extraño, forma también parte de ella. No quiere prescindir de la libertad que posee en Francia, pero sabe al mismo tiempo que el precio es demasiado alto: no estar con los que ama. Conoce lo que es perder a los que se quedan, el tremendo dolor de vivir con ese profundo surco el tiempo que le reste.»¿Qué significa la libertad, salvo la nada, cuando ya no se refiere al otro?» (pág.202).

¿Volver?. Puede llegar un momento en el que no se sepa muy bien a dónde, partida de forma salomónica en dos mitades reclamadas cada una de ellas por Europa y por África, «arraigada en todas partes, exiliada siempre» (pág. 193). Pero Salie, como Diome, escribe. No podemos olvidar que estamos escuchando la historia de una emigrante escritora.  Sabedora de que cada libro leído, cada cuaderno llenado, cada diccionario consultado suponen un ladrillo menos entre los dos mundos, Salie afirma: «Busco mi territorio en una playa blanca; un cuaderno cabe en una bolsa de viaje. De modo que mi casa es ese lugar donde dejo mis maletas» (pág.271)

El exilio es mi suicidio geográfico. Lo que está más alla me atrae pues, virgen de mi historia, no me juzga sobre la base de los errores del destino, sino en función de lo que he decidido ser; es para mi una prenda de libertad, de autodeterminación. Partir es tener el valor de parirse a una misma, pues nacer de sí es el más legítimo de los nacimientos. (Página 240)

Ficha:

  • Título original:  Le ventre de l´Atlantique (2003)
  • Idioma: Original: Francés
  • Traducción al castellano: Editorial Lumen (2004)
  • Traductor: Manuel Serrat Crespo
  • Imagen de portada:  Fotografía de
  • Nº páginas: 271

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7 comments on “En un lugar del Atlántico-Fatou Diome

  1. Ante todo, gracias por este blog que acabo de descubrir: es una mina para cualquiera que se interesa por la literatura africana.
    Como estoy realizando mi investigación doctoral en el campo de la traducción, en concreto la traducción de la narrativa subsahariana francófona actual, y ya que Le ventre de l’Atlantique forma parte de mi corpus, tan solo quisiera advertir de un pequeño detalle (pequeño, pero no por ello sin importancia) acerca de una de las citas que se encuentra en el artículo: «Busco mi territorio en una PLAYA blanca; un cuaderno cabe en una bolsa de viaje». En el texto original, el texto es el siguiente: «Je cherche mon territoire sur une PAGE BLANCHE : un carnet, ça tient dans un sac de voyage» (p.255 de la edición Livre de Poche, 2005). El lapsus del traductor que ve una playa de arena blanca en vez de una página en blanco puede ser esto, un simple lapsus. Pero no deja de llamar la atención ya que forma parte de una «exotización» del libro en general. Desde la imagen de portada hasta múltiples detalles de la traducción, se trata de uno de los ejemplos en los que, claramente, afloran los estereotipos de nuestra sociedad sobre el continente africano.
    Y dicho lo cual, enhorabuena de nuevo por el trabajo de este blog.

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