Lagos, Nigeria
Lagos (en yoruba, Èkó) es una ciudad portuaria ubicada en las costas de Nigeria, fue su capital hasta 1976.
Las citas están sacadas del libro Graceland de Chris Abani. Editorial Baile del Sol (2013). Traducción: Alicia Moreno Delgado
No conocía la pobreza y la violencia de Lagos hasta que llegó. Era como si la gente conspirara con la ciudad para tender una red de silencio alrededor de sus partes desagradables. Los que no vivían en Lagos solo veían postales de sus rascacielos, extensos pasos elevados, playas y hoteles. Y los que vivían allí, cuando regresaban a sus aldeas ancestrales en Navidad, llevaban ropa de diseño y gastaban mucho dinero. Aparecían alegremente, vivían una vida cara como un torbellino, y se marchaban tras un par de semanas para volver a sus vidas en el gueto.
Pero por un brillante momento, deslumbraban: las mujeres, con ropa a la moda, maquillaje y bolsos a juego con los zapatos, se atrevían a fumar en público y a beber cerveza directamente de las botella; y los hombres, bien vestidos, no se chivaban a tus padres si te pillaban fumando. Te dejaban tomar sorbos de su cerveza y echaban unas nairas en el bolsillo de tu camisa.
Pero Lagos tenía también muchos barrios buenos y gente adinerada, y desde su llegada había descubierto que un tercio de la ciudad parecía trasplantado de las ricas urbanizaciones del oeste. Había bellas casas rojizas en mitad de patios bien arreglados, haciendas de estilo español de color ocre y blanco relucientes, elegantes edificios estilo Frank Lloyd Wright y coches extranjeros nuevecitos. De cualquier cosa, Lagos tiene una copia, por lo que se la apoda precisamente «Copia». pág. 16
Su ruta mostraba la ciudad tan descuidada como los restos de un plato de comida a medio terminar. Elvis meditaba sobre lo personal que parecía, adaptándose específicamente para encajar en cada circunstancia. En su camino hacia el club, las calles que había recorrido eran rectas y orgullosas con quemaduras de cuerda por fricción o verdugones de vara. Ahora todos los callejones con las paredes a punto de derrumbarse, las puertas de hierro forjado, los charcos de agua putrefacta y meado y las guirnaldas de ratas muertas parecían únicos. Aun así, pese a que cada centímetro cuadrado era diferente, la ciudad en general seguía siendo como un insulto gritado en una calle atestada. pág. 121
Abandonó la lectura y dejó vagar su mente mientras observaba la ciudad, medio suburbio, medio paraíso. Se preguntaba cómo podía ser un sitio tan horrible y violento y a la vez tan hermoso. pág. 16

Nota: Todas las fotografías son capturas de youtube de diversos vídeos, excepto la fotografía final que es obra de Jacob Holdt.
este libro esta muy bien de verdad, lo leí.
Me gustaMe gusta
Pronto haré el comentario sobre el libro.
Me gustaMe gusta