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Mujeres negras para la historia, homenaje a aquellas que dejaron su huella imborrable

“El presente libro pretende recuperar del olvido y dar visibilidad a personajes históricos femeninos, reinas, guerreras, pensadoras, activistas, escritoras y artistas africanas injustamente tratadas por la crítica especializada, olvidadas por la historia y, a menudo, desconocidas para el gran público”. Así comienza esta obra que bajo el título Mujeres negras para la historia, recoge breves semblanzas de 116 mujeres que contribuyeron a que nuestro mundo fuera mejor.

Elena Cuasante Fernández, profesora de la Universidad de Cádiz y ligada exclusivamente al continente africano. Doctora desde 2005 en literatura negro-africana de expresión francesa escrita por mujeres, combina la investigación académica con actividades de transferencia que tienen como objeto transmitir sus conocimientos sobre el África subsahariana a públicos no universitarios. En 2021 emprendió este camino con la exposición Wax tejidos con historia, una iniciativa que acercó la historia y el significado de estos paños de una manera didáctica y original. Ahora, en 2024, mediante una muestra itinerante, que luego se materializó en el libro que hoy comentamos, nos propone un viaje hacia la historia de más de cien mujeres que desde el siglo XII hasta hoy han moldeado el devenir de la sociedad actual.

Devolviendo a la mujer negra al espacio público y social que les pertenece, Cuasante, a quien acompaña en esta labor la ilustradora Ruth Bañón con las delicadas ilustraciones de su colección AFRIKA POEM, auténticos mosaicos orgánicos de texturas, tejidos y retazos de vegetación, evoca los perfiles y las vidas de tantas mujeres que han sido eliminadas de la “historia oficial”.

Cada grupo de mujeres se encuadra bajo un epígrafe. Y el libro a su vez, se va sembrando de frases y de las bellas creaciones de Bañón. Iniciándose con reinas precoloniales y coloniales como la yoruba Moremi Ajasaro (s.XII), quien tuvo que sacrificar a su propio hijo para asegurar la supervivencia de su etnia, y finalizando con la artista contemporánea marfileña Laetitia Ky (1996) “quien recrea peinados ancestrales africanos para ir evolucionando progresivamente hacia una escultura capilar reivindicativa”.

Entre las activistas, reconocemos la “tontina”, ese ahorro comunitario ajeno al estado y que propició la sororidad surgida en los talleres de Funmilayo Ransome-Kuti en Nigeria. La marcha de las mujeres de Grand Bassam de 1949 que reclamaba la liberación de 32 dirigentes políticos injustamente encarcelados y que culminó con su puesta en libertad. Y a Rose Lokissim, la chadiana cuya historia fue llevada al cine, quien encarcelada por su oposición al dictador Habré, escribió papeles y documentó lo que entre rejas estaba ocurriendo propiciando la condena perpetua del anterior.

Pero también las expresiones culturales están muy presentes. Así, el apartado dedicado a la música recoge, entre otras, a las Mama África, Miriam Makeba y Bella Below. A la gran dama de la música africana actual, la beninesa Angélique Kidjo o a la extraordinaria Cesária Evora, la caboverdiana de los pies descalzos.

Además de muchas escritoras afroamericanas, se destaca la importancia de Tanella Boni, escritora con la que inicié este espacio literario, y de Chimamanda Ngozi Adichie.

Finalmente, el volumen se cierra con las artistas visuales más vanguardistas de este siglo XXI, que ofrecen torrentes de valentía (Zanele Muhoni, sudafricana, quien plasma en fotografía el amor de las relaciones entre personas del mismo sexo) y de referencias visuales, documentales y de recuperación de figuras femeninas africanas para todas las mujeres del mundo (Lupita Nyongo, mucho más que una chica Marvel).

Awa Thiam, antropóloga senegalesa injustamente desconocida, defendía la necesidad urgente de que en África la mujer, silenciada durante siglos por el colonialismo y el patriarcado, tal y como recoge Cuasante, tomara la palabra para hacer oír su voz. La palabra, ese vocablo sagrado, que se puebla de significados distintos cuando sale, como torrentes, llenando de luz la parte del mundo que sigue en la oscuridad.

Esta obra, hermosa, se alza como la escalera que nos ofrecía Bessie Head, para que subamos por ella, acompañadas, arropadas, admiradas y amadas, al compás de las palabras y las obras de tantas mujeres que aparecen en este libro. Y más allá de otras que no figurarán en ningún libro, que permanecerán en las historias íntimas que nos contamos las unas a las otras, gozosas al saber que sigue la entrega valiosa, generosa, tierna y tan humana de tantas mujeres que nos quedan por contar.

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Mujeres negras para la historia. Elena Cuasante. Ilustradora: Ruth Bañón. Ed. UCA, Universidad de Cádiz, 2024. Hay versión electrónica del libro

2 comments on “Mujeres negras para la historia, homenaje a aquellas que dejaron su huella imborrable

  1. Avatar de Francisco Javier González
    Francisco Javier González

    Importante aportación a la historia de la negritud africana

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