Hay ciudades que se imponen.
Así me ha ocurrido con Tánger, ciudad de la que en este mismo espacio ya hay una «Postal literaria» firmada, como no podía ser menos, por mi admirado Mohamed Chukri.
Durante días, su nombre ha poblado muchas de las conversaciones que he mantenido. A su áurea mítica, de una época excesiva, sin interferencias de ningún tipo, que recreaba un pasado plagado de intelectuales y escritores de la talla de Paul y Jane Bowles, William Burroughs o Truman Capote, se ha ido uniendo, lectura tras lectura, otra visión de la ciudad.
Todo tiene su reverso. Y en mostrarlo se esforzaron (lo siguen haciendo) un buen puñado de escritores que nos hablan de otra ciudad y de otras vidas. Destaco a unos pocos, el espacio da para lo que da. Hay un poco de todo, creo que como debe ser: tangerinos de pro, tangerinos de adopción y acérrimos de Tánger: Mohamed Chukri, Mohamed Mrabet, Ángel Vázquez, Antonio Lozano, Sergio Barce y Pablo Cerezal.
Solo tenéis que leer sus obras para comprender lo mucho que aman a Tánger.

En Tánger se cruzan historias y leyendas sobre su pasado, pero es una ciudad que nunca dará a conocer su eterno secreto, porque guarda su ilimitada memoria con un silencio enigmático, con un silencio embriagador y lleno de sabiduría. Mohamed Chukri.

Tánger, ciudad soñada

Publicado originalmente en África no es un país. 14/05/2018

Decía Mohamed Chukri que tenía un amigo que opinaba que quien no supiese soñar su vida «se viniese a Tánger”. Lo cierto es que la ciudad empezó a gozar de una gran popularidad a raíz de su declaración como zona internacional en 1923. Con el tiempo, se fue fraguando una fama de urbe cosmopolita, abierta y tolerante hasta el momento de su declive a finales de los sesenta. A esta ciudad-mito, en sus años de máximo esplendor, acudieron una pléyade de intelectuales y escritores, tanto americanos como europeos. Por allí pasaron, entre muchos más, la llamada generación beat; Burroughs y Kerouac, por nombrar algunos, junto a Genet, Capote o los Bowles. Todos con idéntica intención, querían visitar “el santuario de la no-interferencia”, como calificó Allen Ginsberg a la ciudad

Para leer el resto del artículo 

Nota: Foto de cabecera: Imagen de Tánger de captura de YOUTUBE

2 comments on “Siempre nos quedará Tánger

  1. Alberto Mrteh

    Felicidades por el artículo. Da gusto encontrar a los amigos entre otros escritores míticos que tanto admiro. Y desde luego Tánger sigue siendo un tema fascinante. Parece que nunca terminará de contarse.
    Y gracias por descubrirme a Pablo Cerezal
    Es un placer leerte siempre.
    Alberto Mrteh (El zoco del escriba)

    Me gusta

  2. Pingback: El Mrabet más turbador nos lleva más allá del espejo – Literafricas

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: