El 18 de mayo de 1991, la región de Somalilandia se independizaba, tras la caída del dictador Siad Barre, de forma unilateral de Somalia. Desde entonces, este país «de facto» goza de total autonomía (diferente capital, diferente presidente, diferente moneda, diferente visado), pero no ha sido reconocido por la comunidad internacional, como dice Fernando Duclos «para todo el mundo diplomático, esta tierra desértica, de nómadas y camellos, sigue siendo parte de Somalia».

Somalilandia es un país pacífico y estable que no logra ser reconocido como tal. El porqué, como casi siempre, no tiene una respuesta única.

La ONU quiere una Somalia unida y tiene miedo de que su reconocimiento aliente otros deseos independentistas. Además, tiene petróleo. En septiembre de 1991, ocho meses después de la caída del dictador Siad Barre, el Banco Mundial presentaba un informe que situaba a Somalia y Sudán como los dos potenciales custodios del crudo regional.

”A pesar de dos décadas puede parecer mucho tiempo para vivir sin reconocimiento, Somalilandia no ha estado simplemente esperando el momento oportuno, ha estado trabajando duro para lograr la reconstrucción del país y de la vida”, dijo el actual presidente Mahmud Ahmed Silanyo en junio de 2013. Mientras, la vida allí se desliza con tranquilad, no exenta de problemas, pero en medio de una ganada estabilidad que no abunda en esta zona del continente. Si el sueño de ser reconocidos internacionalmente parece aún lejano, no lo es en cambio el de construir su propia biblioteca nacional, camino que ya han comenzado a andar.
Una biblioteca que quiere ser realidad
Recientemente se ha realizado un evento para recaudar fondos en apoyo de la «Biblioteca Nacional de Somalilandia«, abierta no solo a los ciudadanos del país, sino a todos los simpatizantes de la próxima biblioteca nacional en Hargeisa. A dicho evento organizado por las juventudes de Somalilandia en Qatar acudieron altos funcionarios de la comisión organizadora de la construcción de la biblioteca que informaron sobre las actividades realizadas hasta el momento.

Será la primera biblioteca pública desde la década de 1980 en Hargeisa. La única pequeña biblioteca existente, construida por los egipcios, está en ruinas y en parte está ocupada por refugiados. La nueva biblioteca servirá a una población de casi un millón de personas, la mayoría de los cuales son menores de 25 años. Tiene el objetivo de llegar al conjunto de Somalilandia a través de un programa activo de bibliotecas regionales e institucionales y unidades de biblioteca móvil. Esto también incluye una biblioteca de camellos para llegar a los pastores nómadas.
Está pensado que los libros vengan de todo el mundo a través de diversas campañas de apoyo a la biblioteca a nivel internacional. También se va a solicitar donaciones a editoriales y particulares de colecciones personales o libros que consideren que ya no necesitan. Además la biblioteca quiere ayudar a mejorar la experiencia educativa de la población nómada y dispondrá de una pequeña planta de impresión que imprimirá material educativo donado a bajo precio para las escuelas.
La primera piedra de la futura biblioteca la puso el presidente de Somalilandia, Ahmed Mahmud Silanyo el pasado 9 de diciembre, felicitando a toda la ciudadanía a los hombres y mujeres tanto los que se encuentran en la actualidad en el país como los que están en la diáspora por su empeño en idear una biblioteca nacional y trabajar sin descanso para su realización.
Fuentes:
- Biblioteca Nacional de Somalilandia
- Somalilandia: el país que no existe. Fernando Duclos. 02/01/2014. Guin Guin Bali
- Somaliland: Doha in National Library Fundraiser. Somalilandsun.com. 22/01/2014
0 comments on “El sueño de la Biblioteca Nacional de Hargeisa (Somalilandia)”