Poesía

Poesía, cuando todo falla, poesía

@deska_lavra_da

Los últimos años se han publicado traducciones de algunos volúmenes de poesía que pueden haber pasado desapercibidos ya que es un género al que a menudo no se le presta excesiva atención.

Sin embargo, la poesía es un arte que permanece y que se hace necesario a lo largo de la vida lectora. Si bien la poesía como género literario es el más reconocido, la manera en la que esta se plasma es diversa. La prosa poética, por ejemplo, es muy frecuente en el estilo literario de muchos escritores del continente africano.

A menudo los versos surgen desde el comienzo y en otros casos tardan en aparecer. Muchos escritores se declaran poetas, ante todo. En este sentido Wole Soyinka afirma que de quedarse en algún lugar de su escritura el tiempo que le quede, tiene claro que sería en la poesía. «La extraigo de cualquier lugar. Me conecta con mi juventud, me conecta con un mundo que ya no está. Y me permite entender mejor dónde estoy». Otros, en cambio, a pesar de haber publicado ensayo, narrativa o teatro, tal es el caso de Ngugi wa Thiong´o, han elegido la poesía al final de su trayectoria.

Afirman quienes saben que traducir poesía es uno de los ejercicios más difíciles de acometer en la tarea de traducción. A pesar de ello, siguen apareciendo volúmenes llenos de versos para seguir disfrutando.

3 antologías: saharaui, negra y malgache y tunecina

Un libro totémico, “casi único en su género”, es la primera antología Poetas y poesía del Sahara Occidental, un volumen que reúne a 13 hombres y mujeres que volcaron en versos el alma de su pueblo. Magnífica selección con prefacio de Boaventura de Sousa Santos en el que afirma que “los poetas son los guardianes de la sabiduría”, prólogo de Juan Carlos Gimeno Martín, Bahia Mahmud Awah y Mohamed Ali Leman y cierre final bajo el título “Quebrando un silencio cómplice: aprender a escuchar el Sáhara en su poesía” de Gimeno Martín, que nos recuerda que el Sahara Occidental es uno de los últimos territorios pendientes de descolonización en este siglo XXI que habitamos.

Una joya literaria que nos adentra en ese desierto, tan vacío y tan lleno, del Sáhara y nos descubre las voces de los hombres y mujeres que lo viven, hijos e hijas de las nubes. Desde el decano de los poetas saharauis, Badi Mohamed Salem Uld Abdelahe cuya biografía nos adentra en una vida sencilla de beduino trastocada por la invasión marroquí-mauritana de 1975, hasta los versos de Jadiyetu Mint Aleiyat Uld Suelam, la poetisa de la intifada.

Una antología que pretende recoger las historias de vida de estos hombres y mujeres, que al transcurrir entre la década de 1920 y la actualidad reflejan muchos momentos históricos vividos que han tenido su peso y su huella en este pueblo. Los poemas nos abren las puertas a un mundo que vive con la tierra y que lucha por sobrevivir y a un mosaico de ricas voces que nos llevan del pasado a un futuro que está aún por llegar.

Celebramos por todo lo alto la traducción de la Antología de la nueva poesía negra y malgache en lengua francesa de Leopold Shengor. A menudo ocurre. Un libro publicado en origen en 1948 que se traduce a castellano en 2021. Lo tomamos por «novedad» cuando forma parte del catálogo del siglo pasado. Lo novedoso se desliga de lo temporal para unirse a lo actual. La fuerza del libro que trasciende el tiempo.

Sobre ella, Tania Adam de Radio Africa Magazine opina: “Una poesía necesaria tan sofisticada como cruda, aunque en ocasiones bruta, que nos invita a la reflexión porque habla de la esclavitud, del exilio, de la clase, del origen y los ancestros, de la belleza y la esperanza, de las madres y la tierra, de las opresiones en las relaciones coloniales, del racismo y la inmigración, y de la gran división del mundo en blanco y negro. Como último apunte, decir que como siempre echamos de menos la voz femenina, una voz esencial pero siempre marginada”.

Y la tercera es otra antología pionera, esta vez de poetas tunecinos, una de las escasas obras que se pueden leer en castellano originarias de este país norteafricano. La Antología de la poesía tunecina contemporánea, traducida del árabe por el profesor, hispanista y poeta Ridha Mami, recoge la selección poética de 16 tunecinos, que cubren casi un siglo de la historia contemporánea de Túnez, desde la década de 1920 hasta la actualidad. Sesenta poemas, en edición bilingüe, de una magnífica nómina de creadores que han dejado su impronta en la literatura, cultura y sociedad tunecinas, en particular, y en todo el mundo árabe, en general, entre los que destacan Abul Qasim Chebbi, Awled Ahmed, Moncef Ouhaibi, Adam Fethi, Moncef Mezghanni, Kamel Bouajila, Abdelaziz Kacem, Menawar Smadeh, entre otros.

Ecos del desierto o de las entrañas del siglo XXI

Las Tebrae de Ismael Haidara, poemas de dos versos, son poesía breve cuyas raíces son los cantos de las mujeres africanas del Sáhara. “Las tebrae son poemas amorosos hechos y cantados por mujeres. Por la noche, sobre las dunas o alrededor del té, las mujeres africanas se encuentran y cantan estas tebrae. Una compone una tebria y la otra contesta con otra”. Esta obra representa no la obra de toda una vida sino la de diez años de escritura en el exilio, de 2011 a 2021.

La poesía contemporánea traducida estos años ha arrojado varios títulos entre los que se encuentran la poesía de Warsan Shire (Ayudando a parir a mi madre) o la poesía sencilla de Alain Atouba (Fuego lento).

De Shire opinan desde Afroféminas: “Su poesía está escrita desde la vulnerabilidad, desde un desnudo total. Narra la experiencia de aquel que no tiene raíces, del inmigrante, de la barbarie, de qué significa ser mujer, del dolor y la nostalgia. Son poemas sencillos que despacio, despacio, se te meten hasta el tuétano”.

En cuanto a Atouba, en sus 50 poemas huye de los lugares comunes, para completar una obra que introduce la poesía de los amantes, con una palabra “en situación de diáspora” e inspirándose en la ambivalencia del fuego como energía vital y fuerza destructora. Leandro Calle, prologa e incide al destacar un estilo sencillo e íntimo.

Nuevos proyectos en torno a la poesía

Y las iniciativas para impulsar la poesía africana siguen surgiendo con fuerza desde el continente latinoamericano, en formatos que logran que se traspasen las barreras lectoras.

Los sellos Ediciones de la Línea Imaginaria (Ecuador) y el Centro Editorial La Castalia (Venezuela) se reunieron en noviembre de 2020 bajo una colaboración para dar acceso a un catálogo, virtual y gratuito, de poesía. Su primera publicación ha sido Tierra Roja, de la escritora costamarfileña Véronique Tadjo.

Por su parte, la argentina Eduvim, creada en 2008, es una editorial cuyas siglas significan Editorial Universitaria de Villa María. Se trata de una universidad nacional con un amplio catálogo de publicaciones, entre ellas la que dirige Leandro Calle bajo el nombre de  Marula, dedicada a la poesía africana.

El proyecto prevé presentar cada año a dos nuevos autores y empezó su andadura en 2022, con el libro A mitad de camino, de Véronique Tadjo, y Traído de la noche, de Jean-Joseph Rabearivelo,

De cara al futuro, siguen rastreando posibilidades con poetas africanos de diversas culturas: de Guinea Ecuatorial; árabes de Marruecos, Argelia, Túnez, Libia, Sahara Occidental, Mauritania, incluso, extendiéndose hasta Egipto; materiales anglófonos y lusófonos, dándole una participación especial a las lenguas nativas, como el tégué o el lingala.

Sin duda, destaca la importancia de traducir al castellano al que está considerado uno de los grandes poetas del continente africano, el malgache Jean-Joseph Rabéarivelo. Cuya lectura es posible desde cualquier punto del globo terráqueo al tratarse de una edición también en formato e-book.

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Cabecera: La imagen forma parte del proyecto «Flores de este mundo» con el que su autora, Laura Guerrero Lorenzo, intenta hacer una metáfora del pensamiento femenino. Instagram.