Novedades literatura infantil-juvenil 2018
Ocurren cosas sorprendentes y mágicas. A cada momento. Una de ellas, casi seguro, la vivió el escritor Antonio Lozano al ver convertida Me llamo Suleimán (Grupo Anaya, 2014) en teatro, trucando al joven maliense protagonista por una actriz. Otra, al ver representada su obra este mismo año, en Malí, ya que es de sus costas de donde parte el Suleimán de la obra para iniciar su periplo hasta las Islas Canarias. “A menudo siento que soy invisible”, dice el joven al comienzo de esta novela, destinada sobre todo a público juvenil, que Lozano escribió ya que “Suleimán se dirige a nosotros porque necesita salir del anonimato en el que le ha sumido nuestra sociedad. Los inmigrantes son, para muchos de nosotros, una masa uniforme. Como mucho, distinguimos entre magrebíes y subsaharianos. Olvidamos que son individuos, seres humanos.”
Ahora, Antonio Lozano invita al público infantil-juvenil (pero no solo, esto siempre lo tengo como máxima cuando encasillamos estos libros) a acercarse a otra historia que emerge del continente africano con Nelson Mandela. El camino de la libertad (Anaya, 2018). En ella narra cómo un biznieto del líder sudafricano, al volver a ponerse en contacto con su abuela y conocer al guardián del museo Mandela de Qunu, antiguo compañero de su bisabuelo en la prisión de Robben Island, “se adentrará en la interesante vida de quien luchó por la libertad en Sudáfrica y logró abolir el `apartheid´.”
En “Literafricas” se ha intentado resaltar siempre la importancia que tienen las primeras lecturas. De hecho, una de las quejas más frecuentes que he leído es aquella que lamenta que los libros que se leen en el continente africano tienen en su inmensa mayoría personajes y temáticas ajenas al mismo, logrando que no se vean reflejados en lo que les cuentan. Pero, también, entre nosotros estos libros escasean. Sin embargo, los más jóvenes tienen que vivir la diversidad desde el principio para no distorsionar nuestro mundo y mostrar lo multi, plural y diverso que es y poder ponerse en los zapatos del otro.
Alejandra Ntutumu, que está detrás del proyecto editorial Poto-Poto, que ha dado como resultado la publicación de El viaje de Ilombe, gracias a una campaña de crowdfunding, explica que “Las niñas y niños que conviven con otras culturas desde pequeños lo asumen como algo natural. Los más pequeños no son racistas, no son intolerantes. Esos prejuicios los aprenden de los mayores. Inculquémosles desde ya la importancia de lo diferente, que nos enriquece y nos hace crecer como personas”
La niña que curó el racismo (Wanafrica, 2018) de Inongo-vi-Makomé nos ofrece la oportunidad de leer un relato corto… ¿un cuento? Al respecto, el propio escritor, en la presentación del libro, aclara: “Aquí el cuento dicen es para niños, pero yo vengo del África profunda donde el cuento se enseña desde el niño al anciano, es nuestra biblioteca. El cuento es todo lo que queríamos, en ese momento, dar. Soy cuentista, y el cuentista en África no busca, no intenta enseñar algo, al contrario, busca una solución para si mismo: sanarse, de alguna manera.”
A pesar de su brevedad, apenas son 46 páginas, Inongo escribe un relato desde la tradición oral para darle más de una vuelta a una preocupación, que el propio escritor describe como “terrible”. Frente a las cataratas del gran río en su pueblo natal, un matrimonio le enseña a su hija cómo es su mundo y la manera de ser, la postura vital, que tendrá que mantener cuando tenga que enfrentarse a un mundo muy duro que rechaza al diferente.
Muy enraizado también con la naturaleza y el origen, Fumilayo Johnson ha publicado este mismo año Los Cuentos de la Abuela Chioma (Terranatio,2018). Un libro que recoge una colección de cuentos bajo el nombre de Nisintory. «Una tradición oral que he rescatado a través de mi madre y mi bisabuela», me comenta su autora. Un proyecto diseñado para que los niños y niñas descendientes y nativos africanos conozcan los cuentos de tradición oral, de Guinea Ecuatorial, que con los años se han ido olvidando.
Uno de los géneros favoritos, sobre todo entre los más jóvenes, es el de la novela fantástica. Hijos de sangre y hueso (RBA, 2018) ha colocado a Tomi Adeyemi en la lista de los más vendidos y se rumorea que será llevada al cine. Esta aventura se sitúa en África Occidental, donde una niña lucha por llevar la magia, que ha desaparecido, otra vez a su gente. Adeyemi escribe un relato lleno de “adrenalina”, desde la tradición oral africana con jóvenes mujeres luchadoras, para intentar conseguir, en último término y según sus palabras, la empatía con la gente negra.
Este mismo género es el que ha elegido Eric García Moral para su Alida y el reino de Uluf (Edelvives, 2018). A Eric, historiador, le empecé a seguir tras leer su estupendo blog «Tras las huellas de Kuma» donde resaltaba que «África tiene historia» mientras nos llenaba de conocimientos y de mapas, y le entrevisté cuando presentó el año pasado su primer libro, Breve historia del África subsahariana (Nowtilus, 2017). En ella ya nos adelantaba que “no solo en novela histórica, creo que en géneros como la ciencia ficción y la fantasía África puede dar mucho de sí. La mitología africana, sus religiones, sus epopeyas y leyendas… hay mucho alimento para la imaginación. Estos géneros pueden encontrar allí una fuente de inspiración fresca, novedosa y apasionante. Además, en África separar lo real de lo fantástico es muy difícil”.
Una de las constantes de Eric es hacer desaparecer estereotipos y lugares comunes en torno al imaginario africano. En Alida y el reino de Uluf, a partir de lo que aprendió y vivió en Casamance ha tejido una historia que aparece, una y otra vez, empeñada en lograr lo anterior. Fascinado por la cultura y la forma de ver la vida de las gentes de esta zona de Senegal, a través de la historia de dos niños: uno de pensamiento occidental, Sam, la otra descendiente de africanos, Alida, nos sumerge en el mundo tradicional africano y nos acerca una historia de intriga, en la que el público lector juvenil encontrará muchos derribos de imágenes previas, pero también mucho conocimiento. La novela, aunque se desarrolla en un país imaginario, nos adentra en el mundo mágico africano, donde los límites entre lo real y lo ficticio desaparecen. Al tiempo que, de forma muy amena y divulgativa, nos da información sobre varios episodios históricos (¡qué importante es eso¡) de esta zona de África occidental de manera crítica -como el reclutamiento de tropas que se realizó para combatir en guerras que no eran las suyas; tanto en la Primera como en la Segunda Guerra Mundial, contra el nazismo, y lo que aquello supuso- logrando una narración fresca en la que se trasluce su amor por estas tierras.
Por último un ensayo. La vida y los escritos de Patrice Lumumba (Wanafrica, 2018) es el cuarto título de la colección “Pensamiento africano de ayer para mañana”. A este le han precedido los dedicados a Amilcar Cabral, Julius Nyerere y Thomas Sankara. Se trata de una serie que nació con el objetivo de acercar a los grandes pensadores africanos a un público más joven, pero en realidad son libros que cumplen de manera espléndida un primer acercamiento a estos personajes, sea cual sea la edad. Lumumba estuvo decidido a terminar con el poder colonialista belga, por lo que su pensamiento y sus acciones supusieron todo un desafío para las potencias occidentales. Finalmente fue brutalmente torturado y asesinado. «Sin dignidad no hay libertad, sin justicia no hay dignidad, y sin independencia no hay hombres libres» escribió en una carta a su esposa, carta desde la prisión de Thysville.
Nelson Mandela. El camino a la libertad (Anaya, 2018) de Antonio Lozano
La niña que curó el racismo (Wanafrica, 2018) de Inongo-vi-Makomé
Los Cuentos de la Abuela Chioma (Terranatio,2018) de Fumilayo Johnson
Hijos de sangre y hueso (RBA, 2018) de Tomi Adeyemi
Alida y el reino de Uluf (Edelvives, 2018) de Eric García Moral
Patrice Lumumba (Wanafrica, 2018) selección e introducción de Georges Nzongola-Ntalaja
Me ha encantado descubrir esa cantidad considerable (y variadísima) de libros africanos dedicados a los más jóvenes. Me parece que ese sí es el camino.
Y ya tengo el libro que Lozano ha dedicado a Nelson Mandela preparado para regalárselo a mi sobrina.
Es un placer leerte siempre.
Alberto Mrteh (El zoco del escriba)
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Gracias. No sabes lo que me alientas. Un abrazo. Sonia
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Gracias a ti por abrir las ventanas.
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